viernes, 23 de mayo de 2014
Imprevistos al abrir la puerta del local
Sirvan estas líneas para agradecer públicamente a los cerrajeros que acudieron el pasado viernes a mi negocio, su magnífico trabajo y su profesionalidad, sin los cuales dudo mucho que hoy pudiera estar aquí frente al teclado de mi ordenador -tan alegremente – escribiendo esta sentida nota de agradecimiento, que es lo mínimo que merecen.
Quiero que los lectores conozcan mi historia de primera mano: soy oftalmólogo y también propietario de una óptica de la localidad. Mi negocio lleva abierto veinte años y es uno de los más conocidos en el municipio y en toda la provincia de Zaragoza.
Hace una semana recibí el encargo de una de las gafas más caras del mundo, a petición de un popular actor estadounidense que estaba de vacaciones en la capital. Se trata de una montura fabricada con oro macizo de dieciocho kilates e incrustación de un total de 24 diamantes. Era la primera vez que hacía una venta así y ya pueden ustedes imaginar lo que eso suponía para mi economía.
El cliente sólo podía pasar por mi óptica para comprarlas el viernes pasado, porque a las 12 de la mañana del mismo día, salía su avión para Estados Unidos.
Y lo que nunca me había pasado desde que tengo mi negocio, tuvo que suceder justo el viernes.
Cuando me dispuse, a las nueve de la mañana, a abrir la puerta del local, la cerradura crujió con un sonido extraño al introducir yo la llave y se quedó totalmente bloqueada, de forma que no había forma humana de abrirla.
En media hora, el cliente estaría allí para comprar su reliquia y me constaba que era muy puntual.
Con gran nerviosismo llamé a mi mujer para contarle lo sucedido y me dijo que el marido de su amiga Ana era cerrajero y que la llamaría para explicárselo.
En menos de diez minutos – no me pregunten ustedes cómo es posible- dos cerrajeros estaban ante la puerta de mi negocio y sólo necesitaron cinco minutos más para abrir la puerta.
De no ser por ellos, se hubiera arruinado mi “gran negocio del siglo”.
Reiterarles desde aquí mi más sincero agradecimiento por su profesionalidad, rapidez y exquisito trato.
Muchas gracias.
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